miércoles, 6 de julio de 2016

EL PLURALISMO RELIGIOSO EN LA ULL


Quiero aprovechar el inicio del verano para aplaudir la iniciativa de la Universidad de La Laguna en relación a los cursos organizados en con la Universidad de Verano de Adeje en estas fechas estivales. Una felicitación que va en serio. No quisiera que se entendiera como ironía, dada la ausencia de aplausos dados por mi parte a esta institución universitaria en mis anteriores intervenciones. Esta vez sí. Porque ha dado muestras de una verdadera apertura al pluralismo religioso en Canarias. 

Es un paso que, Dios quiera no se quede en una anecdótica muestra de cortesía momentánea hacia quienes practican una determinada forma religiosa de entender la vida. Es una manifestación evidente de que los organizadores de la Universidad de Verano de Adeje han entendido que lo religioso, la dimensión espiritual, es parte integrante de la realidad humana, y que merece ser conocida, reconocida y apoyada por quienes tiene como misión, en el ámbito de lo público, el bien común integral de los hombres y mujeres que formamos parte de la sociedad.

Un aplauso. No viene mal que reconozcamos que no sólo de pan vive el hombre, que no basta con alcanzar respuesta a los cómos y a los por qués de la ciencia y de la técnica, sino que es necesario responder a los para qué, al sentido y a la significación de la vida, aportando apoyo a las respuestas que abren la razón humana a la trascendencia.

Pero esto con el Budismo, con el Islamismo, con el Judaísmo y, también, con el cristianismo. Ojalá sea un paso que nos sustraiga del acomplejado y desafecto devenir que considera que una imagen religiosa no es apta en espacios universitarios, que un rato de oración libre por quienes deseen hacerla es inadecuada en un centro pagado con fondos públicos que aportan los impuestos de todos los miembros de la sociedad, creyentes y no creyentes, que hacer meditación zen, o lectura de un texto rabínico, o de unos versículos del Corán pueden, lo mismo que celebrar un sacramento o elevar una oración al Dios revelado por Jesucristo, ofrecer al ser humano un medio adecuado para completar su aproximación integral a la realidad de la vida.

Al hecho religioso no le debe tener miedo la Universidad. Sí al fanatismo, a la ideología, la irracionalidad, a la obtusa comprensión de la realidad marcada por parámetros tan materialistas como individualistas. La pluralidad es un regalo de civilización.

Sí, un aplauso. Por esta iniciativa. Pero un aplauso que quiere ser más amplio y permanente en el espacio universitario de saberes plurales y amalgamados por el deseo de buscar juntos la verdad y conquistar en comunión el bien.

Toda actitud que rechaza la presencia en el espacio público del hecho religioso es una actitud inhumana, acientífica, ideológica o sectaria, que poco o nada tiene que ver con el horizonte amplio de un espíritu verdaderamente universitario. 

Mantengamos el aplauso, por favor.